El recorrido parte de la iglesia de la iglesia parroquial de San Román de Campeza (836 mts), donde se encuentra señalizado el camino a seguir (1 km hasta el collado Portillo La Casilla).
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Inicio del recorrido, señalizado |
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Primeros pasos del camino (giramos a la izquierda enseguida) |
Los primeros metros los hacemos en un tramo asfaltado, que enseguida abandonamos en el primer desvío a la izquierda (señalizado con un poste en el que aparece un punto de color amarillo). La senda empieza a ganar altura en un terreno suave y herboso que pronto nos permite contemplar la singular mole de La Muela, que se asemeja al casco de un barco inclinado.
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Senda |
Si estamos atentos, veremos pronto una piedra en el camino, con la inscripción "ermita", lugar por el que bajaremos desde la misma a la vuelta del trayecto; pero continuamos recto, siguiendo el trazado que veníamos siguiendo y que se deja ver con nitidez en esta primera parte de la ruta.
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Desvío en el camino hacia la ermita |
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Muela de San Román |
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Pueblo de San Román a nuestra espalda |
Llegados al collado de la Casilla, observamos la figura del monte Soila, que se asemeja bastante a la primera montaña que vamos a ascender, La Muela.
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Monte Soila |
Varios hitos (montones de piedra) indican el camino a seguir hacia la cima, pero en cualquier caso no nos debe preocupar en exceso atender a estas indicaciones, pues el camino es muy evidente.
Atravesamos la parte alta de un hayedo de ejemplares desperdigados y no tardaremos en descubrir el vértice geodésico que señala la cumbre, donde también se sitúa el típico buzón montañero. Desde este punto, las vistas sobre Izki son magníficas, así como sobre la Sierra de Codés y la de Cantabria. Incluso, si el día está despejado, el San Lorenzo y el Moncayo asoman en la lejanía con claridad.
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Hayedo camino de la cumbre |
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Buzón montañero en la cumbre |
Desandamos lo caminado hasta el collado de la Casilla y nos fijamos en un poste señalizador que nos indica la senda, ya menos evidente, que nos llevará hasta la rupícola ermita de San Román, a menos de 1 km de donde nos encontramos.
La ruta está señalizada con las estacas con puntos amarillos que vimos anteriormente, por lo que sólo se trata de andar con un poco de atención.
Desde el collado se aprecia claramente la silueta del Santo, que ascenderemos después de visitar la ermita.
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Señalización hacia la ermita |
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Hacia la ermita |
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Últimos pasos antes de llegar a la ermita |
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Interior de la ermita |
Tras visitar desde fuera la ermita, continuamos de frente, en paralelo a la pared rocosa, hasta llegar a un paso que nos permite, utilizando las manos en una sencilla trepada, acceder a la planicie del Santo.
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El Santo |
Regresamos hasta la ermita por el mismo camino y, desde ésta, desandamos un tramo hasta localizar, fijándonos con suma atención, una senda que arranca a la derecha de uno de los postes amarillos que pasamos anteriormente y que, ya sí, nos termina por conducir a través del bosque a las inmediaciones de San Román, conectando con la primera parte del camino por el que transcurrimos al comienzo de la ruta.
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