"Las montañas no son estadios donde satisfago mi ambición de logros, son las catedrales donde practico mi religión. Desde sus majestuosas cimas veo mi pasado, sueño el futuro y, con una inusual agudeza, experimento el momento presente... En las montañas yo celebro la creación. En cada viaje a ellas, nazco de nuevo." Anatoli Bukréyev.

martes, 26 de marzo de 2019

Espigüete, emblema de la montaña palentina


La deslumbrante pirámide del Espigüete es un poderoso atractivo para los aficionados a subir a las cumbres. La espectacular figura de la imponente montaña calcárea atrae cada año a cientos de montañeros, dispuestos a hollar la cima del más renombrado pico de la montaña palentina; sin embargo, en invierno su ascensión requiere pericia, material y conocimientos para desenvolverse con garantías en el terreno de la alta montaña.

La cara sur ofrece el recorrido de ascenso más sencillo, pero también monótono; la vertiente norte, por el contrario, ofrece la versión más quebrada, vertical y arriesgada, pues, entre otros motivos, la nieve y el hielo aguantan en pasos y neveros hasta mediados de la primavera. La ruta de ascenso por la arista este, de 1.200 metros de desnivel, presenta varios tramos aéreos en su parte más alta, peligrosos si la roca está mojada o si hay nieve o hielo.

Compitiendo en protagonismo con el Curavacas, el otro famoso coloso de la zona, el Espigüete es, probablemente, la montaña más deseada de la montaña palentina.

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