"Las montañas no son estadios donde satisfago mi ambición de logros, son las catedrales donde practico mi religión. Desde sus majestuosas cimas veo mi pasado, sueño el futuro y, con una inusual agudeza, experimento el momento presente... En las montañas yo celebro la creación. En cada viaje a ellas, nazco de nuevo." Anatoli Bukréyev.

lunes, 6 de abril de 2015

Barranco de Masca

El descenso del Barranco de Masca es una de las excursiones senderistas más interesantes y auténticas que se pueden realizar en Tenerife.

Para acceder a la cabecera del barranco, punto de inicio de esta singular excursión, debemos dirigirnos a la localidad de Masca, a la que llegamos por la sinuosa y estrecha carretera que parte de Santiago del Teide.

Masca

La duración de la ruta está estimada en unas 2 horas y media, tiempo que emplearemos en descender los 5,5 km de trazado lineal de la misma.

Antes de continuar con la descripción del recorrido quiero transmitir dos recomendaciones:

- A pesar de la información que localicé en varios blogs y webs en sentido contrario, me decanto por afirmar claramente que NO se trata de una ruta apta para realizar con niños pequeños, ni siquiera si los porteamos en mochilas. Hay varios pasos complicados que podrían acabar en accidente y la dificultad de transitar por varios puntos del recorrido es significativa.

- Considero que la mejor forma de disfrutar esta excursión es realizar solamente el camino de ida, no acometiendo en duro ascenso de regreso por el mismo sendero, para, en cambio, tomar un barco en la playa de Masca, donde finaliza la ruta, y efectuar el traslado en barco hasta la playa de los Gigantes, donde podemos coger un taxi que, por aproximadamente 25 euros, nos llevará de nuevo al aparcamiento de Masca. Si se escoge esta opción, lo mejor es reservar el pasaje en el barco de manera previa al inicio de la marcha en alguna de las empresas que se dedica a este servicio.

Salto de agua
La ruta comienza en la parte baja del pueblo de Masca, donde nace un barranco que en sus inicios presenta un aspecto amable y ciertamente bucólico, pero que poco a poco nos adentra en un paisaje agreste y encajonado, donde imponente murallones pétreos flanquean el sendero en la mayor parte del recorrido.

Es una ruta bastante transitada, lo que no significa, insisto, que no deba acometerse con la debida prudencia y respeto. No obstante, no resultará extraño toparnos con algún turista despistado que, en chanclas u otro tipo de calzado poco apropiado, decide acometer esta pequeña aventura.

Seguir el camino es fácil, más que nada porque son escasas las posibles alternativas e imposible el extravío, aunque, en algunos tramos, habrá que cruzar un riachuelo por la mejor opción o elegir la mejor manera de atravesar algunos pasos complicados.

Detalle del barranco

Por lo demás, estamos sin duda ante una de las rutas más salvajes y hermosas que se pueden realizar en la isla.

La llamativa flora autóctona nos acompañará en todo momento, así como un bravo río de montaña que discurre a lo largo del todo el recorrido, con rincones de exuberante belleza y pequeñas cascadas de gran belleza en un entorno dominado por caprichosas formas e intimidantes farallones.


Playa de Masca, fin de la ruta

La ruta finaliza en la playa de guijarros de Masca, donde podemos aprovechar para pegarnos un baño mientras esperamos la llegada acordada del barco-taxi.

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